Claudia y la lata

Había una vez una niña llamada Claudia, que tenía que ir al cole caminando. Un día de esos, Claudia se encontró una lata vieja sollozando en un rincón de la calle.

-¿Qué te pasa lata? ¿Por qué lloras?
– Porque nadie me quiere y mis dueños me han tirado aquí, como si no fuera nada- Respondió entre lágrimas.

Al verla tan triste, Claudia decidió quedársela.

– No te preocupes, yo seré tu nueva dueña. ¿Te gustaría ser un lapicero?
– ¡Claro! – La latita estaba tan contenta que se puso a saltar como loca, cayendo en los brazos de Claudia.

Al llegar a casa, Claudia convirtió la lata en un precioso lapicero, y le preguntó:

– ¿Cómo puedo salvar a toda la basura? No puedo estar todo el día haciendo manualidades.
– Hay otra manera: hay lugares donde la gente nos pone cuando ya no nos necesita, se llaman contenedores. Luego nos recogen y nos dan un nuevo uso.
– ¡Genial! Recogeré la basura y la tiraré en los contenedores.

Y así, Claudia reciclaba y contenta veía cómo cada mañana vaciaban los contenedores, llevando la basura a un nuevo hogar.

Autor: Paula Muñoz Verdú
Curso: 6º de primaria
Colegio: Nuestra Señora de Los Dolores (Benidorm)

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