¿Y si celebramos mi cumpleaños en Tabarca? Así empezó todo. Mi amiga nos invitó por su cumpleaños a pasar el día en ese pequeño territorio frente a Santa Pola, y ¡allí fuimos!

Cogimos una lancha que nos llevó directamente desde el puerto de Santa Pola, bastante económica, un corto trayecto de 15 minutos, donde poder disfrutar del sol, el sonido del mar con su brisa y hacer un «click» para alejarse de la rutina.

La mezcla del azul del mar, la luz del sol y las casitas blancas te invitan a pasear y a respirar tranquilidad y paz.

Tabarca
Tabarca

Es además, un paraíso marino, rico en su flora y fauna y con aguas cristalinas. Es curioso ver los diferentes tipos de peces, sus colores y tamaños, ¡un paraíso maravilloso cerca de casa!

Aprovechamos para hacer turismo por la isla, caminamos por sus calles, disfrutando de cada rincón, de sus pinturas en las paredes, de sus puertas azules… Llegamos a la plaza principal, y a la Iglesia de San Pedro y San Pablo, en definitiva, preciosos monumentos en tan pequeño espacio.

Isla de Tabarca
Isla de Tabarca

Encontramos una cala de piedras perfecta para comer y darnos un baño, y allí clavamos la sombrilla. Nos llevamos la comida, pero nos quedamos con las ganas de probar uno de los mejores calderos de la provincia. Existe una excelente oferta gastronómica. Sus platos principales son los pescados y los arroces, haciendo mención especial al Caldero de Tabarca, y todo al lado del mar, en sus chiringuitos llenos de vida y alegría, ¿qué más se puede pedir?

Ya de recogida, nos sentamos en un acantilado, y contemplamos la magnitud del sol. Reflexioné sobre lo maravillosa que es Tabarca, una isla perfecta para disfrutarla sin prisa, con su naturaleza salvaje, aguas cristalinas, ideal para pasar un día entero, rodeados de amigos o con uno mismo, y desconectar del día a día, un planazo en verano.

FICHA:

EDAD: 29 años

PROFESIÓN: Fisioterapeuta y Osteópata