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Subida al Montcabrer
Subida al Montcabrer

El perfil montañoso del interior de la provincia es la mejor persuasión para un scout. Pasear por los senderos y coronar cimas es la mejor vitamina para los que vemos en las cumbres alicantinas un reto que se traduce en satisfacción plena. El Montcabrer fue uno de esos retos que aunque sufrido, me brindó una jornada de naturaleza y aire puro. Enclavado en la Sierra de Mariola está considerado el tercer pico más alto de la provincia con sus 1390 kilómetros.

Muchas rutas llegan a la cima, pero en esta ocasión decidimos arrancar desde el santuario de la Mare de Déu del Castell, en la parte alta de Agres. El sendero, perfectamente marcado, facilita su realización, aunque se desconozca el trazado. Además, durante este recorrido circular de más de 18 kilómetros ofrece la oportunidad de conocer diversos pozos neveros entre los que destacan la Cava del Teix, situada junto al pico que recibe el mismo nombre. Pero sin duda las más conocidas y que en sus años de actividad proporcionar recogieron hielo para la industria heladera son la Cava Gran y la Cava Don Miguel, lugares en los que es obligatorio hacer una instantánea.

Subida al Montcabrer
Subida al Montcabrer

Las bajas temperaturas es otro de los ingredientes obligatorio de la misma, en nuestro caso el viento hizo duro el ascenso al pico, aunque es cierto que en esta comarca sentir el frío es otro de los grandes atractivos. Aunque su desnivel está marcado en 1.000 metros, no ofrece tramos de dificultad extrema por lo que durante el camino encontramos gente de todas las edades.

Así que solo os queda marcar fecha y vivir esta gran aventura, os aseguro que no os vais a arrepentir.

FICHA:

EDAD: 42 años

PROFESIÓN: Administrativo

Relleu, ese pueblo de montaña
Relleu, ese pueblo de montaña

Normalmente cuando escuchamos Costa Blanca, nos vienen a la cabeza los puntos de la provincia más cercanos al mar Mediterráneo, pero no podemos olvidar los pueblos de montaña que tanto encanto poseen. Y es allí, en el corazón de un valle, rodeado de las sierras del Cabeçó d’Or, la Grana y la sierra del Aguilar donde encontramos el pueblo de Relleu.

Relleu, ese pueblo de montaña
Relleu, ese pueblo de montaña

Personalmente, siempre he sentido una conexión especial con Relleu, ya que allí nació mi padre, y aunque desde joven tuvo que trasladarse, siempre nos ha inculcado a mi hermano y a mí la pasión por su pueblo. A pesar de que no acudimos con frecuencia, todos los años hay una visita que no podemos dejar de hacer. A finales de septiembre y coincidiendo con las fiestas patronales de la Mare de Déu del Miracle, es la ocasión perfecta para regresar, ver a la familia, a los amigos y disfrutar de los encantos del pueblo.

Relleu, ese pueblo de montaña

Dejando a un lado sentimentalismos, y desde un punto de vista objetivo, me gustaría destacar las campanas de la Iglesia de San Jaime, ya que son las más antiguas de toda la provincia de Alicante. Sus calles estrechas y escalonadas, y los alrededores de la ermita de San Alberto, desde donde hay unas de las mejores vistas de Relleu, que son de las cosas que, a mí personalmente, más me gustan. No perdáis la oportunidad de abrir un poco el abanico de las visitas por la provincia y conocer los secretos y la magia que se puede encontrar en Relleu.

FICHA:

EDAD: 31 años

PROFESIÓN: Trabajadora Social

Visita al Castell de Guadalest
Visita al Castell de Guadalest

Visitar uno de los pueblos más bonitos de España siempre es un buen plan, sea cual sea la época del año. Nosotros aprovechamos para ir un domingo y hacer varias paradas interesantes de camino.

Para llegar desde Alicante tomamos la carretera nacional y vamos en dirección a La Nucía. Dejando Benidorm a la derecha, hacemos una primera pausa en el rastro de La Nucía, uno de los mercadillos más conocidos de la provincia donde siempre se encuentran cosas muy interesantes.

Seguimos subiendo hasta Castell de Guadalest. Se trata de una carretera con muchas curvas e inclinación —cabe destacar que es una ruta perfecta para aficionados al ciclismo de ruta—, llegamos a Castell de Guadalest y dejamos el coche en el parking del municipio, donde también hay merenderos cerca por si quieres comer disfrutando de la naturaleza.

Tras aparcar, comenzamos a caminar hacia el precioso pueblo. Una primera visita podría ser el Museo de las Miniaturas, donde se exhiben un sinfín de objetos curiosos. Continuamos paseando mientras descubrimos sus callejuelas empedradas hasta llegar a la roca donde todos los visitantes hacemos fila para sacarnos la foto con la imagen más representativa de Castell de Guadalest: la postal con la torre del castillo y su famoso campanario sobre el peñón.

Visita al Castell de Guadalest
Visita al Castell de Guadalest

Después de la foto, subimos unas empinadas escaleras que nos llevarán hacia un túnel excavado en la montaña y que da paso a la parte más antigua del pueblo, donde se encuentra su pequeña iglesia, la entrada para subir al Castillo… Hasta llegar a la plaza principal, con el Ayuntamiento y las maravillosas vistas del Embalse de Guadalest: segunda foto obligatoria. En esta plaza podemos encontrar tiendas de productos gastronómicos locales, como la mermelada o el licor de níspero.

Tras la visita puedes optar por comer en alguno de sus restaurantes tradicionales con asombrosas vistas, o volver al merendero cerca del parking y hacer un pequeño picnic.

De vuelta a Alicante, si todavía tenemos tiempo, podemos aprovechar y visitar Benidorm por la tarde, dándonos un chapuzón en alguna de sus playas o paseando por la ciudad.

FICHA:

EDAD: 39

PROFESIÓN: Economista

La Calita, en el Cabo Huertas de Alicante
La Calita, en el Cabo Huertas de Alicante

Si pienso en un lugar imprescindible para mí en Alicante ese es la Cala Cantalar, en el Cabo de las Huertas. Es mi rinconcito especial a orillas del Mediterráneo, donde roca, arena y aguas cristalinas se abrazan y mecen mutuamente.

Me vienen a la mente recuerdos de esta cala desde que tengo memoria: con mi familia, de pequeña, buscando cangrejos y esquivando las olas; con amigos, buceando y viendo pasar las tardes juntos; o con mi pareja, contemplando el atardecer cayendo sobre la ciudad desde la distancia.

La Calita, en el Cabo Huertas de Alicante
La Calita, en el Cabo Huertas de Alicante

Es un espacio único para pasear con la brisa del mar, darte un baño o disfrutar del sol eterno de Alicante, enmarcado por su reserva natural con vegetación autóctona única en el mundo.

FICHA:

EDAD: 29 años

PROFESIÓN: Maestra

Cala del Portixol
Cala del Portixol

Cada fin de semana, mapa en mano, nos marcamos un destino. Subidos en nuestra furgoneta camperizada hemos conquistado ya diversos puntos a los largo y ancho de la provincia, pues nos definimos como unos enamorados de Alicante bien sea en el mar o en la montaña.

Acompañado por mi mujer Lidia, el pasado verano estuvimos en uno de los puntos más cotizados de la costa alicantina por su aparición multitudinaria en cantidad de instantáneas de la red Instagram, la Cala del Portitxol, también conocida como Cala Barraca, nombre que reciben las casitas típicas de pesacadores. Tiene unos 900 metros de longitud y está situada entre el Cap Prim y el Cap Negre.

Cala del Portixol
Cala del Portixol

Se puede acceder a pie desde el Mirador de la Cruz del Portitxol o en coche desde la carretera del Cabo de la Nao. A unos 300 metros de la cala está la Illa del Portitxol, de gran riqueza botánica. Las barracas son de propiedad privada y uno de los reclamos de la cala, pero hay mucho más. La cala es ideal para aquellos que odian la arena ya que es de grava y piedras y un paraíso para los amantes de los deportes acuáticos como snorkel, submarinismo y kayak; algo que nos encanta y que también pudimos probar.

Cuenta con parking, aunque recomendamos llegar pronto ya que no es muy grande, restaurantes, servicio de vigilancia marítima, aseos y alquiler de hamacas y sombrillas. Un destino sin duda completo de servicios pero sobre todo rebosante de esplendor. Una parada más en nuestro proyecto de convertirnos en blogueros de viajes y destinos, puedes conocer nuestro proyecto en @gen_viajero_spain.

FICHA:

EDAD: 43 y 47 años

PROFESIÓN: Jefe de producción y logística y bibliotecaria de la UMH

Embalse del Amadorio
Embalse del Amadorio

Emplazado a 10 minutos del municipio costero de La Vila Joiosa, se encuentra el Embalse del Amadorio, construido de manera artificial a mediados del siglo pasado. Descansa a los pies de varios montes, configurando un paisaje imponente. Al poseer un contorno regular y no muy abrupto, permite realizar actividades al aire libre, como por ejemplo circunvalar el perímetro del pantano.

Dispone de un merendero a la sombra de los pinos y un mirador para contemplar su vista. En época estival es común ver a gente pescando carpas o bien disfrutando de una ruta en kayak en aguas tranquilas. Pero eso no es todo, porque si lo tuyo son las motos, podrás disfrutar de unas sinuosas carreteras de curvas que harán las delicias de todo motorista.

Tras un breve almuerzo contemplando las vistas del pantano, nuestra ruta se podría abrir paso por unas sinuosas carreteras repletas de curvas, atravesando los municipios de Orcheta y Sella, para acabar tocando el cielo en ls base de vigilancia aérea de Aitana.

Este peculiar lugar, situado a más de 1.550 m. sobre el nivel del mar guía la navegación marítima y aérea de la OTAN hacia Oriente Medio y una gran parte del Magreb. Su emplazamiento está rodeado de frondosos pinos, vistas de casi toda la provincia y nuestro eterno protagonista, el mar mediterráneo. Aunque, lo más importante es que para alcanzar esta cota, deberás lidiar con curvas y contracurvas de hasta 180°.

Para ir finalizando la ruta, recomendaría cerrar el recorrido de la misma forma que empezó; en otro embalse. Para llegar al destino deberemos de recorrer un tramo final de unos 35 km. de curvas donde siempre estarás acompañado por otros motoristas, al ser unas de las mejores carreteras para disfrutar de las dos ruedas.

Guadalest, que así se llama nuestra última parada, es uno de los pueblos más bonitos de España, se configura como un atípico emplazamiento en el que podemos encontrar un embalse a los pies de un castillo, disfrutar de bellos paisajes, admirar una auténtica villa medieval y maravillarte ante curiosos museos.

FICHA:

EDAD: 29 años

PROFESIÓN: Estudiante de oposiciones

Los domingos además de sofá y manta me encanta surcar los parajes de la provincia de Alicante. Escondites que invitan a desconectar y, sobre todo, a respirar aire puro y renovar energías para afrontar las semanas de trabajo con las pilas al 100%.

El pasado mes de octubre me acerqué al Gorg del Salt, el lugar más emblemático del Barranco de la Encantada. Se trata una cascada que cae a una poza en la que está permitido el baño. Había visto unas fotografías por Internet de este precioso lugar con encantó. Pero la verdad, que cuando llegué hasta él, su belleza se maximiza.

Es una gran alternativa a la playa y sobre todo un lugar en el que, si acudes con niños puedas tenerlos controlados, aunque como todo, es un lugar muy conocido y en los meses veraniegos su aforo se encuentra muchas jornadas desbordado. Tras disfrutar de este hermoso lugar mi paseo prosiguió por el Barranc de l’Encantà.

Un lugar que nace en las proximidades de Beniaia, en la Vall d’Alcalà, y discurre por el término de Planes, atravesando una serie de gargantas excavadas en las formaciones calizas de la Sierra de Cantacuc y desfilando hacia Beniarrés enclavado entre las sierras de l’Albureca y del Cantalar en busca del río Serpis, al que tributa sus aguas. En total, l’Encantà recorre más de 8 kilómetros de un barranco agreste, formando un conjunto de gran belleza paisajística y contrastado valor faunístico y botánico.

En relación al acceso se recomienda madrugar pues en las horas centrales del día el aparcamiento resulta casi imposible. Es sin duda una piscina natural que hay que conquistar y sobre todo disfrutar de la desconexión que ofrece esta enigmática zona.

FICHA:

EDAD: 32 años

PROFESIÓN: Periodista

¿Y si celebramos mi cumpleaños en Tabarca? Así empezó todo. Mi amiga nos invitó por su cumpleaños a pasar el día en ese pequeño territorio frente a Santa Pola, y ¡allí fuimos!

Cogimos una lancha que nos llevó directamente desde el puerto de Santa Pola, bastante económica, un corto trayecto de 15 minutos, donde poder disfrutar del sol, el sonido del mar con su brisa y hacer un «click» para alejarse de la rutina.

La mezcla del azul del mar, la luz del sol y las casitas blancas te invitan a pasear y a respirar tranquilidad y paz.

Tabarca
Tabarca

Es además, un paraíso marino, rico en su flora y fauna y con aguas cristalinas. Es curioso ver los diferentes tipos de peces, sus colores y tamaños, ¡un paraíso maravilloso cerca de casa!

Aprovechamos para hacer turismo por la isla, caminamos por sus calles, disfrutando de cada rincón, de sus pinturas en las paredes, de sus puertas azules… Llegamos a la plaza principal, y a la Iglesia de San Pedro y San Pablo, en definitiva, preciosos monumentos en tan pequeño espacio.

Isla de Tabarca
Isla de Tabarca

Encontramos una cala de piedras perfecta para comer y darnos un baño, y allí clavamos la sombrilla. Nos llevamos la comida, pero nos quedamos con las ganas de probar uno de los mejores calderos de la provincia. Existe una excelente oferta gastronómica. Sus platos principales son los pescados y los arroces, haciendo mención especial al Caldero de Tabarca, y todo al lado del mar, en sus chiringuitos llenos de vida y alegría, ¿qué más se puede pedir?

Ya de recogida, nos sentamos en un acantilado, y contemplamos la magnitud del sol. Reflexioné sobre lo maravillosa que es Tabarca, una isla perfecta para disfrutarla sin prisa, con su naturaleza salvaje, aguas cristalinas, ideal para pasar un día entero, rodeados de amigos o con uno mismo, y desconectar del día a día, un planazo en verano.

FICHA:

EDAD: 29 años

PROFESIÓN: Fisioterapeuta y Osteópata