Relleu, ese pueblo de montaña
Relleu, ese pueblo de montaña

Normalmente cuando escuchamos Costa Blanca, nos vienen a la cabeza los puntos de la provincia más cercanos al mar Mediterráneo, pero no podemos olvidar los pueblos de montaña que tanto encanto poseen. Y es allí, en el corazón de un valle, rodeado de las sierras del Cabeçó d’Or, la Grana y la sierra del Aguilar donde encontramos el pueblo de Relleu.

Relleu, ese pueblo de montaña
Relleu, ese pueblo de montaña

Personalmente, siempre he sentido una conexión especial con Relleu, ya que allí nació mi padre, y aunque desde joven tuvo que trasladarse, siempre nos ha inculcado a mi hermano y a mí la pasión por su pueblo. A pesar de que no acudimos con frecuencia, todos los años hay una visita que no podemos dejar de hacer. A finales de septiembre y coincidiendo con las fiestas patronales de la Mare de Déu del Miracle, es la ocasión perfecta para regresar, ver a la familia, a los amigos y disfrutar de los encantos del pueblo.

Relleu, ese pueblo de montaña

Dejando a un lado sentimentalismos, y desde un punto de vista objetivo, me gustaría destacar las campanas de la Iglesia de San Jaime, ya que son las más antiguas de toda la provincia de Alicante. Sus calles estrechas y escalonadas, y los alrededores de la ermita de San Alberto, desde donde hay unas de las mejores vistas de Relleu, que son de las cosas que, a mí personalmente, más me gustan. No perdáis la oportunidad de abrir un poco el abanico de las visitas por la provincia y conocer los secretos y la magia que se puede encontrar en Relleu.

FICHA:

EDAD: 31 años

PROFESIÓN: Trabajadora Social

Visita al Castell de Guadalest
Visita al Castell de Guadalest

Visitar uno de los pueblos más bonitos de España siempre es un buen plan, sea cual sea la época del año. Nosotros aprovechamos para ir un domingo y hacer varias paradas interesantes de camino.

Para llegar desde Alicante tomamos la carretera nacional y vamos en dirección a La Nucía. Dejando Benidorm a la derecha, hacemos una primera pausa en el rastro de La Nucía, uno de los mercadillos más conocidos de la provincia donde siempre se encuentran cosas muy interesantes.

Seguimos subiendo hasta Castell de Guadalest. Se trata de una carretera con muchas curvas e inclinación —cabe destacar que es una ruta perfecta para aficionados al ciclismo de ruta—, llegamos a Castell de Guadalest y dejamos el coche en el parking del municipio, donde también hay merenderos cerca por si quieres comer disfrutando de la naturaleza.

Tras aparcar, comenzamos a caminar hacia el precioso pueblo. Una primera visita podría ser el Museo de las Miniaturas, donde se exhiben un sinfín de objetos curiosos. Continuamos paseando mientras descubrimos sus callejuelas empedradas hasta llegar a la roca donde todos los visitantes hacemos fila para sacarnos la foto con la imagen más representativa de Castell de Guadalest: la postal con la torre del castillo y su famoso campanario sobre el peñón.

Visita al Castell de Guadalest
Visita al Castell de Guadalest

Después de la foto, subimos unas empinadas escaleras que nos llevarán hacia un túnel excavado en la montaña y que da paso a la parte más antigua del pueblo, donde se encuentra su pequeña iglesia, la entrada para subir al Castillo… Hasta llegar a la plaza principal, con el Ayuntamiento y las maravillosas vistas del Embalse de Guadalest: segunda foto obligatoria. En esta plaza podemos encontrar tiendas de productos gastronómicos locales, como la mermelada o el licor de níspero.

Tras la visita puedes optar por comer en alguno de sus restaurantes tradicionales con asombrosas vistas, o volver al merendero cerca del parking y hacer un pequeño picnic.

De vuelta a Alicante, si todavía tenemos tiempo, podemos aprovechar y visitar Benidorm por la tarde, dándonos un chapuzón en alguna de sus playas o paseando por la ciudad.

FICHA:

EDAD: 39

PROFESIÓN: Economista

La Calita, en el Cabo Huertas de Alicante
La Calita, en el Cabo Huertas de Alicante

Si pienso en un lugar imprescindible para mí en Alicante ese es la Cala Cantalar, en el Cabo de las Huertas. Es mi rinconcito especial a orillas del Mediterráneo, donde roca, arena y aguas cristalinas se abrazan y mecen mutuamente.

Me vienen a la mente recuerdos de esta cala desde que tengo memoria: con mi familia, de pequeña, buscando cangrejos y esquivando las olas; con amigos, buceando y viendo pasar las tardes juntos; o con mi pareja, contemplando el atardecer cayendo sobre la ciudad desde la distancia.

La Calita, en el Cabo Huertas de Alicante
La Calita, en el Cabo Huertas de Alicante

Es un espacio único para pasear con la brisa del mar, darte un baño o disfrutar del sol eterno de Alicante, enmarcado por su reserva natural con vegetación autóctona única en el mundo.

FICHA:

EDAD: 29 años

PROFESIÓN: Maestra

Cala del Portixol
Cala del Portixol

Cada fin de semana, mapa en mano, nos marcamos un destino. Subidos en nuestra furgoneta camperizada hemos conquistado ya diversos puntos a los largo y ancho de la provincia, pues nos definimos como unos enamorados de Alicante bien sea en el mar o en la montaña.

Acompañado por mi mujer Lidia, el pasado verano estuvimos en uno de los puntos más cotizados de la costa alicantina por su aparición multitudinaria en cantidad de instantáneas de la red Instagram, la Cala del Portitxol, también conocida como Cala Barraca, nombre que reciben las casitas típicas de pesacadores. Tiene unos 900 metros de longitud y está situada entre el Cap Prim y el Cap Negre.

Cala del Portixol
Cala del Portixol

Se puede acceder a pie desde el Mirador de la Cruz del Portitxol o en coche desde la carretera del Cabo de la Nao. A unos 300 metros de la cala está la Illa del Portitxol, de gran riqueza botánica. Las barracas son de propiedad privada y uno de los reclamos de la cala, pero hay mucho más. La cala es ideal para aquellos que odian la arena ya que es de grava y piedras y un paraíso para los amantes de los deportes acuáticos como snorkel, submarinismo y kayak; algo que nos encanta y que también pudimos probar.

Cuenta con parking, aunque recomendamos llegar pronto ya que no es muy grande, restaurantes, servicio de vigilancia marítima, aseos y alquiler de hamacas y sombrillas. Un destino sin duda completo de servicios pero sobre todo rebosante de esplendor. Una parada más en nuestro proyecto de convertirnos en blogueros de viajes y destinos, puedes conocer nuestro proyecto en @gen_viajero_spain.

FICHA:

EDAD: 43 y 47 años

PROFESIÓN: Jefe de producción y logística y bibliotecaria de la UMH

Embalse del Amadorio
Embalse del Amadorio

Emplazado a 10 minutos del municipio costero de La Vila Joiosa, se encuentra el Embalse del Amadorio, construido de manera artificial a mediados del siglo pasado. Descansa a los pies de varios montes, configurando un paisaje imponente. Al poseer un contorno regular y no muy abrupto, permite realizar actividades al aire libre, como por ejemplo circunvalar el perímetro del pantano.

Dispone de un merendero a la sombra de los pinos y un mirador para contemplar su vista. En época estival es común ver a gente pescando carpas o bien disfrutando de una ruta en kayak en aguas tranquilas. Pero eso no es todo, porque si lo tuyo son las motos, podrás disfrutar de unas sinuosas carreteras de curvas que harán las delicias de todo motorista.

Tras un breve almuerzo contemplando las vistas del pantano, nuestra ruta se podría abrir paso por unas sinuosas carreteras repletas de curvas, atravesando los municipios de Orcheta y Sella, para acabar tocando el cielo en ls base de vigilancia aérea de Aitana.

Este peculiar lugar, situado a más de 1.550 m. sobre el nivel del mar guía la navegación marítima y aérea de la OTAN hacia Oriente Medio y una gran parte del Magreb. Su emplazamiento está rodeado de frondosos pinos, vistas de casi toda la provincia y nuestro eterno protagonista, el mar mediterráneo. Aunque, lo más importante es que para alcanzar esta cota, deberás lidiar con curvas y contracurvas de hasta 180°.

Para ir finalizando la ruta, recomendaría cerrar el recorrido de la misma forma que empezó; en otro embalse. Para llegar al destino deberemos de recorrer un tramo final de unos 35 km. de curvas donde siempre estarás acompañado por otros motoristas, al ser unas de las mejores carreteras para disfrutar de las dos ruedas.

Guadalest, que así se llama nuestra última parada, es uno de los pueblos más bonitos de España, se configura como un atípico emplazamiento en el que podemos encontrar un embalse a los pies de un castillo, disfrutar de bellos paisajes, admirar una auténtica villa medieval y maravillarte ante curiosos museos.

FICHA:

EDAD: 29 años

PROFESIÓN: Estudiante de oposiciones

Los domingos además de sofá y manta me encanta surcar los parajes de la provincia de Alicante. Escondites que invitan a desconectar y, sobre todo, a respirar aire puro y renovar energías para afrontar las semanas de trabajo con las pilas al 100%.

El pasado mes de octubre me acerqué al Gorg del Salt, el lugar más emblemático del Barranco de la Encantada. Se trata una cascada que cae a una poza en la que está permitido el baño. Había visto unas fotografías por Internet de este precioso lugar con encantó. Pero la verdad, que cuando llegué hasta él, su belleza se maximiza.

Es una gran alternativa a la playa y sobre todo un lugar en el que, si acudes con niños puedas tenerlos controlados, aunque como todo, es un lugar muy conocido y en los meses veraniegos su aforo se encuentra muchas jornadas desbordado. Tras disfrutar de este hermoso lugar mi paseo prosiguió por el Barranc de l’Encantà.

Un lugar que nace en las proximidades de Beniaia, en la Vall d’Alcalà, y discurre por el término de Planes, atravesando una serie de gargantas excavadas en las formaciones calizas de la Sierra de Cantacuc y desfilando hacia Beniarrés enclavado entre las sierras de l’Albureca y del Cantalar en busca del río Serpis, al que tributa sus aguas. En total, l’Encantà recorre más de 8 kilómetros de un barranco agreste, formando un conjunto de gran belleza paisajística y contrastado valor faunístico y botánico.

En relación al acceso se recomienda madrugar pues en las horas centrales del día el aparcamiento resulta casi imposible. Es sin duda una piscina natural que hay que conquistar y sobre todo disfrutar de la desconexión que ofrece esta enigmática zona.

FICHA:

EDAD: 32 años

PROFESIÓN: Periodista

¿Y si celebramos mi cumpleaños en Tabarca? Así empezó todo. Mi amiga nos invitó por su cumpleaños a pasar el día en ese pequeño territorio frente a Santa Pola, y ¡allí fuimos!

Cogimos una lancha que nos llevó directamente desde el puerto de Santa Pola, bastante económica, un corto trayecto de 15 minutos, donde poder disfrutar del sol, el sonido del mar con su brisa y hacer un «click» para alejarse de la rutina.

La mezcla del azul del mar, la luz del sol y las casitas blancas te invitan a pasear y a respirar tranquilidad y paz.

Tabarca
Tabarca

Es además, un paraíso marino, rico en su flora y fauna y con aguas cristalinas. Es curioso ver los diferentes tipos de peces, sus colores y tamaños, ¡un paraíso maravilloso cerca de casa!

Aprovechamos para hacer turismo por la isla, caminamos por sus calles, disfrutando de cada rincón, de sus pinturas en las paredes, de sus puertas azules… Llegamos a la plaza principal, y a la Iglesia de San Pedro y San Pablo, en definitiva, preciosos monumentos en tan pequeño espacio.

Isla de Tabarca
Isla de Tabarca

Encontramos una cala de piedras perfecta para comer y darnos un baño, y allí clavamos la sombrilla. Nos llevamos la comida, pero nos quedamos con las ganas de probar uno de los mejores calderos de la provincia. Existe una excelente oferta gastronómica. Sus platos principales son los pescados y los arroces, haciendo mención especial al Caldero de Tabarca, y todo al lado del mar, en sus chiringuitos llenos de vida y alegría, ¿qué más se puede pedir?

Ya de recogida, nos sentamos en un acantilado, y contemplamos la magnitud del sol. Reflexioné sobre lo maravillosa que es Tabarca, una isla perfecta para disfrutarla sin prisa, con su naturaleza salvaje, aguas cristalinas, ideal para pasar un día entero, rodeados de amigos o con uno mismo, y desconectar del día a día, un planazo en verano.

FICHA:

EDAD: 29 años

PROFESIÓN: Fisioterapeuta y Osteópata

Se trata de una propuesta histórico-turística que recorre edificios, lugares y objetos emblemáticos de la ciudad, así como los personajes republicanos más relevantes

Plaza Castelar de Elda en honor a Emilio Castelar.
Plaza Castelar de Elda en honor a Emilio Castelar.

La ciudad de Elda fue escenario de los instantes finales de la Segunda República y en sus calles y edificios se fraguó el epílogo del Gobierno de Juan Negrín, el último presidente republicano.

“Elda, las voces de la República” es una propuesta histórico-turística que abarca una etapa de la historia de España que arranca en el último cuarto del siglo XIX con Emilio Castelar, quien vivió en Elda durante su infancia, y concluye en 1939 con la salida del Gobierno de la República con destino a Francia.

Son los propios protagonistas (Castelar, Alcalá Zamora, La Pasionaria, Negrín, Unamuno) quienes cuentan en primera persona unos hechos que marcaron uno de los periodos más importantes y convulsos de la historia moderna de nuestro país.

“Elda, las voces de la República” es una experiencia teatralizada que permite conocer no sólo a los personajes, también recorre edificios, lugares y objetos emblemáticos de la ciudad, como la Vara de Mando de Manuel Azaña, presidente de la República entre 1936 y 1939, que se expone en el vestíbulo del Ayuntamiento; la casa en la que vivió en Elda Emilio Castelar, último presidente de la Primera República, y el monumento en su honor cuya primera piedra colocó Niceto Alcalá Zamora en 1932; el Colegio Padre Manjón, centro escolar inaugurado también en 1932 por Miguel de Unamuno; la Casa de las Beltranas; el Teatro Castelar, etc.

La propuesta incluye otras actividades de carácter cultural, como conferencias, un concurso de relatos republicanos y una sección especial de estudio de la República en la Biblioteca Municipal, con un amplio fondo bibliográfico especializado.

Elda, como capital de la comarca del Medio Vinalopó, cuenta además con una importante oferta cultural, comercial, de ocio y de fiestas, como los Moros y Cristianos, las Fallas y las Fiestas Mayores en honor a sus Santos Patronos, y una intensa actividad industrial.

Este municipio costero cuenta con numerosos atractivos: la Torre Vigía de la Illeta, la Illeta dels Banyets, el paseo marítimo ¡y mucho más!

Torre de la Illeta El Campello
Torre de la Illeta El Campello

El Campello cuenta con numerosos lugares de interés para visitar: desde sus hermosas calas y playas, su heterogéneo entorno natural, pasando por distintos monumentos históricos, agradables paseos por la costa, restos arqueológicos, entre otros. Muchos son los motivos para detenerse en los atractivos de este municipio.

Adentrarse en El Campello significa descubrir las huellas de las principales civilizaciones del Mediterráneo.

Dominando el puerto deportivo se encuentra la Torre Vigía de la Illeta, la cual fue construida entre los años 1554 y 1557, para prevenir a la población de los ataques de los piratas berberiscos que acosaban continuamente estas tierras, saqueándolas y causando grandes destrozos y temor en toda la población.

En la actualidad, se llevan a cabo visitas guiadas y teatralizadas en este lugar como un modo diferente y divertido de vivir la historia, conocer los orígenes y la función que desempeñó esta torre.

Club Náutico El Campello.
Club Náutico El Campello.

Además, a los pies de la Torre Vigía de la Illeta, se encuentran los yacimientos arqueológicos de la Illeta dels Banyets que son de los más importantes del Mediterráneo. Otro de sus puntos de interés es su paseo marítimo convertido en el centro turístico del municipio, se trata de un lugar muy atractivo y concurrido, que discurre paralelo a la playa. A lo largo de todo el paseo se puede disfrutar de una amplia variedad de comercios, y la infraestructura hostelera permite degustar la rica gastronomía campellera: pescados, arroces, productos de esta tierra… ¡Cuánta frescura y sabor aporta la dieta mediterránea!

Asimismo, El Campello cuenta con diferentes y renovadas rutas de buceo; para este año se han diseñado también rutas de ciclismo con punto de partida en el municipio y también siguen trabajando el turismo gastronómico.

Este municipio costero dispone de 11 kilómetros de playa muy singulares con un alto valor ecológico y cuenta con un bosque litoral

Dunas de Guardamar
Dunas de Guardamar

Guardamar del Segura es un municipio costero que se caracteriza por la belleza de su paisaje formado por dunas. Además, dispone de 11 km de playa y cuenta con un bosque litoral, que hacen de este lugar uno de los destinos turísticos preferidos de la comunidad.

Las dunas, formadas a partir de las arenas aportadas por el mar, forman un cordón dunar que cubre todo el frente litoral, de norte a sur. Entre los puntos de interés hay que destacar el Parque Alfonso XIII, un espacio forestal que tiene 800 hectáreas de extensión a orillas del Mediterráneo; sus playas caracterizadas por su dorada arena; su huerta con un sistema de regadío de origen medieval; su pequeño puerto pesquero y las salinas de La Mata y Torrevieja –conocidas como las Salinas de Guardamar– son un parque natural de elevado valor ecológico por su flora y vegetación, un santuario para las aves migratorias.

Por su parte, el Puerto Deportivo y Pesquero Marina de las Dunas, inaugurado en 1999, está situado en el margen derecho del río Segura, junto a su desembocadura. Se caracteriza por la tranquilidad ya que se puede descansar contemplando las dunas, la pinada y el mar.

Y como no hablar de la singularidad de sus playas ya que se trata de un extenso parque litoral. En Guardamar se puede disfrutar de playas de un alto valor ecológico, con 4 banderas azules en un entorno único en el Mediterráneo.

Además, es un pueblo acogedor amante de sus raíces, sus tradiciones y sus fiestas.